martes, 2 de octubre de 2012

Carne de cañon

Hoy hace exactamente una semana de las tremendas cargas policiales del 25S en Madrid. Es un tema complicado de tratar ya que siempre hay polémica sobre donde debe estar la línea del uso de la violencia legal. Lo que creo que estamos de acuerdo todos es que a nadie nos gusta ver violencia de ningún tipo y menos aún sobre gente que esta simplemente defendiendo sus derechos pacíficamente. Pero no quiero entrar en la batalla entre policía y pueblo. Se lleva toda la semana hablando de eso. Lo que quiero analizar es el resultado de esa batalla. Y sobretodo me quiero dirigir a la policía.

He hablado con algunos agentes del cuerpo y todos te dicen siempre lo mismo: Que están haciendo su trabajo, que solo reciben ordenes de la Delegación de Gobierno, que si no cumplen se les castiga, que si en la TV solo se saca lo malo que hacen, etc, ... Ok puedo entenderlo. Es un cuerpo que hace el trabajo sucio del Estado y que la mayoría de las veces no se ve. Se juegan la vida muchas veces por nuestra seguridad y eso es de admirar y si a mi, algún día, un policía me salva de una situación peligrosa le estaré eternamente agradecido. Pero no hay que olvidar que es su trabajo. Igual que el trabajo de un médico es salvar vidas y tampoco sale en la TV. Son puestos de mucha responsabilidad y por lo tanto se les exige mucho.

Entiendo que la obligación de un policía es cumplir ordenes y así debe ser, creo yo. Entiendo que si la Delegación de Gobierno da ordenes de desalojar la plaza la policía esta obligada a desalojarla. Ahora bien hay formas y formas de hacerlo. El uso de la violencia debería ser el ultimo recurso de la policía y no el primero. Se supone que la policía es un cuerpo preparado para este tipo de actos y debe saber actuar con precisión y mesura. Si hay algún violento en la manifestación debe tener los mecanismos suficientes para identificarle y detenerle sin tener que entrar a cargar indiscriminadamente. La obligación de la policía en ese caso es proteger una manifestación pacífica de posibles violentos y para eso debe ser preparada. Entiendo que para eso hay infiltrados y policías de paisano en la manifestaciones. Por que si esa no es su función, ¿cual es entonces?

Pero vayamos al grano. La policía siempre se queja de que ellos se llevan un montón de golpes, botellazos, heridas, contusiones, que la gente les insulta y les llama de todo. Se quejan de que la imagen que tiene la gente del cuerpo de policía os horrible. Les odian a muerte. Muchos se sienten incomprendidos o que se les trata injustamente. Pero ¿os habéis parado a pensar por que ese odio visceral de la gente hacia vosotros los policías  Pues por cosas como estas:


Todos estos abusos de poder lo único que hacen es denigrar la imagen de la policía. Y la policía podría evitarlo. ¿Cómo? Denunciando a esos policías y echándoles a la calle. El abuso de poder en un cuerpo de policía democrático debería estar totalmente prohibido y penalizado con despido e inhabilitación de por vida. Sin embargo, no solo no expedientáis apenas, si no que hacéis indultos. Es decir, fomentáis esa actitud de abuso de poder dando la sensación de ser impunes. Así es imposible que la gente tengo buena imagen de vosotros. Esas actitudes generan desprecio y odio hacia vosotros. Cuando demostréis que sois un cuerpo realmente democrático entonces la gente os respetará y os admirará. Mientras no cambiéis eso vuestra imagen será la de un cuerpo que genera terror y odio a partes iguales.

Pero voy mas allá. Muchos policías consideran a la gente como el enemigo. Que el problema es siempre del violento manifestante que odia a la policía y quiere matarle. Y eso es un error por ambas partes. El enemigo no es el manifestante ni el policía. El enemigo es el que manda sobre lo dos. Los de arriba usan a la policía como carne de cañón contra el pueblo. Vosotros, los policías, estáis siendo usados para que toda nuestra rabia y odio se dirija hacia vosotros y no hacia ellos. Quieren que nos violentemos. Os usan para provocarnos y conseguir que al final vayamos con palos y piedras a por vosotros. Pero si eso pasa, los que os llevareis esos palos y esas piedras sois vosotros y no ellos. ¿No os dais cuenta de que os están usando? El pueblo y la policía (que en el fondo también es pueblo) se enfrentarán entre ellos con un odio visceral mientras los de arriba fuman puros tranquilamente en el Congreso. Y entiendo que la policía reciba ordenes y deba cumplirlas, pero los sindicatos del cuerpo deberían de presionar a los de arriba para que dejen de darles ordenes violentas y represivas que lo único que hacen es generar más odio y violencia hacia el cuerpo de policía y sus miembros.

El ejemplo mas claro es lo sucedido en Sol en año pasado. La acampada que se creo en la plaza duro 15 días. No se dio la orden de desalojar en ningún momento y no pasó absolutamente nada. No hubo heridos de ningún tipo, ni de la policía ni de los ciudadanos. Todo fue tranquilo y pacifico y la acampada se disolvió por la propia gente sin problema alguno. Solo hubo quejas por parte de la Asociación de Comerciantes, que curiosamente ahora que habéis cerrado el centro a cal y canto durante 3 meses no dicen nada de nada. En esa situación no se dió la orden de desalojar y todo el mundo salió ganando. La gente pudo expresar su enfado de manera pacífica ante la situación y la policía no tubo que actuar. Sin embargo en plaza Catalunya se dio orden de desalojar y se vivieron las imágenes que todos conocemos, que ni ayudan a limpiar la imagen de la policía (en esta caso los Mossos) ni ayudan a solventar el problema que querían erradicar, ya que al día siguiente la gente volvió a las plazas para defender sus derechos con mas fuerza. Eso es echar mas gasolina al fuego.       

En resumen, si la policía quiere cambiar su imagen y conseguir que la gente no les odie, esta en su mano. Solo tiene que denunciar los abusos de poder de sus agentes de manera contundente y presionar a los gobiernos para que no les usen de carne de cañón contra el pueblo. Los ciudadanos mientras tanto no debemos caer en la trampa de odiar al policía y centrar la guerra en ellos. La guerra no es contra ellos, sino contra los que mandan. No perdamos el objetivo ni las formas, que es precisamente lo que buscan los de arriba. En cuanto usemos la violencia se acabo porque en esa guerra siempre, y repito, siempre van a ganar ellos.

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